Posicion del Ciclista y Potencia

El conjunto ciclista-bicicleta va a tener en la realidad un funcionamiento único e indisoluble en cuanto a centro de gravedad, trayectoria, inercias,... pero no hay duda de que está compuesto por un elemento pasivo, estructural (la bicicleta) y un elemento activo (el ciclista).

Salvo en los descensos en los que la fuerza de la gravedad interviene favoreciendo el desplazamiento, el ciclista es el motor del conjunto y centrándonos en el propio ciclista, es su masa muscular la encargada de convertir la energía química que se encuentra en los sustratos energéticos (glucosa, grasa y proteinas) en energía cinética o movimiento. El músculo está especializado en esta transformación energética y es capaz de utilizar diferentes procesos energéticos explicados en el apartado específico de esta web dedicado al metabolismo energético, para obtener energía que se utiliza en la práctica ciclista, teniendo claro que la mayor capacidad del músculo de producir energía se traduce de forma automática en mayor trabajo (si es por unidad de tiempo hablaremos de potencia) y ello a su vez en mayor velocidad de desaplazamiento del ciclista, que al fin y al cabo es lo que en gran medida cuantifica el rendimiento.
El músculo tiene unas claves de funcionamiento en cuanto a la capacidad de generar fuerza que nos interesa conocer para explicarnos mejor la importancia del correcto posicionamiento del ciclista sobre la bicicleta.

Un músculo es capaz de generar una fuerza máxima, que lógicamente será diferente en función del músculo (la capacidad de generar fuerza del cuadriceps no tiene nada que ver con la del tibial anterior, por ejemplo), del ciclista (lógicamente puede haber grandes diferencias en la capacidad de generar fuerza de una persona a otra) y del grado de entrenamiento o de condición física. A pesar de esas posibles diferencias, todos los músculos tienen características comunes y entre ellas queremos destacar un aspecto relacionado con la fuerza máxima. Cada músculo es capaz de generar una fuerza máxima, pero hay que significar que esa fuerza máxima es diferente en función del grado de acortamiento o alargamiento del propio músculo. Es decir, en todo el recorrido de un músculo éste no es capaz de generar la misma fuerza máxima y se ve que en los extremos (tanto de acortamiento como de alargamiento) la fuerza máxima es significativamente menor, como se puede apreciar en el gráfico adjunto. Aunque el gráfico está referido al bíceps, ello es válido para todos los músculos. Ello implica que en función de la posición del ciclista sobre la bicicleta, el músculo cuadriceps va a ser capaz de generar más o menos fuerza, y lo mismo podemos decir del glúteo, o de cualquier otro músculo involucrado en el pedaleo.En el caso del cuadriceps, vemos en el gráfico adjunto un registro real de la fuerza concéntrica de los extensores de la rodilla; en ese gráfico se aprecia cómo la fuerza máxima de los extensores de la rodilla (prácticamente el cuadriceps) se situa entre 105º y 140º. Una vez que se superan esos ángulos en ambos sentidos, la capacidad de producción de fuerza del cuadriceps disminuye de forma significativa. Y el hecho de que la fuerza máxima sea más alta, va a dar lugar a que cuando un músculo desarrolle una fuerza inferior dada, va a suponer un porcentaje del máximo y ese porcentaje va a ser tanto más bajo cuanto mayor sea la fuerza máxima. Ello implica que la mejora de la fuerza máxima no trae consigo exclusivamente un aumento de la fuerza máxima, sino que también mejora la resistencia.Así pues, una correcta posición del ciclista sobre la bicicleta va a permitir que los músculos que intervienen en el pedaleo puedan ser utilizados de forma óptima en su capacidad de generar trabajo y por tanto movimiento.

No hay comentarios: