Válgame Dios, que pocas ganas tenía esta tarde de salir en bicicleta, de no ser por esta cabezota gorda que tengo me hubiese quedado en casa, con un litro de cerveza fresquito y escribiendo una crónica bien distinta a esta.
Pero es que es cierto, que pocas ganas de sufrir una vez mas, y ya tres esta semana, -pero bueno, es lo que hay-, y a Raúl que había quedado ayer con el, no quería dejarlo tirado.
He salido de currar a las 18:30 y me he encontrado con el poco después, la tónica a sido parecida a la de ayer, aunque la zona llana he de confesar que ha ido un poco mas light, no las dos subidas que me he marcado, en ellas si que me he tenido que abrir el capo para que entrase fresquito en el pecherete y no saltase por lo aires la tapa de los balancines, jajaja, una imagen que nos os gustaría ver.
Luego apareció Bobas que también había salido de trabajar, nos marcamos un trío a relevos hasta el nuevo abrevadero, que aunque no esta aun de moda en Jaén, pronto lo estará, el refrigerio fue lo mejor de la tarde, en mi fea cara aun se pueden ver las huellas de tan fraticida ritmo.
Mañana descanso, -que bueno, que rico-.
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