El homenaje que hoy la familia ciclista jiennense le ha dispensado al amigo Jesús Molina es digno de toda mención.
En acto esporádico y no exento de peligros, los que tienen el reunir a unas trescientas personas dándole a los pedales por la antigua carretera de Granada, esta mañana nos hemos reunido a las diez para rendir un sentido homenaje a este ciclista, compañero y en muchos casos amigo, que el pasado Lunes día 19 nos dejo a consecuencia de un atropello mortal.
Todo ha comenzado con una ruta de poco mas de veinte kilómetros, por la misma carretera donde sucedieron los hechos unos días antes; ya de vuelta hemos parado en el lugar del atropello, donde se ha colocado una cruz blanca y un ramo de flores, donados por las muchas personas que dejaron desinteresadamente un donativo en las huchas que se instalaron esta semana en distintos comercios de la capital jiennense.
En acto esporádico y no exento de peligros, los que tienen el reunir a unas trescientas personas dándole a los pedales por la antigua carretera de Granada, esta mañana nos hemos reunido a las diez para rendir un sentido homenaje a este ciclista, compañero y en muchos casos amigo, que el pasado Lunes día 19 nos dejo a consecuencia de un atropello mortal.
Todo ha comenzado con una ruta de poco mas de veinte kilómetros, por la misma carretera donde sucedieron los hechos unos días antes; ya de vuelta hemos parado en el lugar del atropello, donde se ha colocado una cruz blanca y un ramo de flores, donados por las muchas personas que dejaron desinteresadamente un donativo en las huchas que se instalaron esta semana en distintos comercios de la capital jiennense.
La familia de Jesús también ha dejado en el mismo lugar las cenizas y han colocado, en la cruz que le recordara, un maillot amarillo; se ha rezado un Padre Nuestro por su alma, en un acto que personalmente me ha dejado muy impresionado.
Desde allí Jesús tendrá un magnifico lugar para vernos pasar todos los días y aunque se allá ido, siempre estará muy presente en nuestros entrenamientos diarios, -como a el le gustaba-.
Hasta siempre Jesús.
Desde allí Jesús tendrá un magnifico lugar para vernos pasar todos los días y aunque se allá ido, siempre estará muy presente en nuestros entrenamientos diarios, -como a el le gustaba-.
Hasta siempre Jesús.
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