
Las buenas sensaciones en el entrenamiento de ayer se han repetido hoy de nuevo, en un entreno de “altura” y como os decía el primero que hago por la tarde. He dejado a un lado la cadencia para centrarme en la fuerza bruta, la que tiene subir estos repechos sentado y atrancado, exprimiendo mis débiles piernas. Poco mas de dos horas que me han sabido ha gloria bendita.
Mañana más de lo mismo, más bicicleta, lo importante como siempre es no aburrirse con lo que uno hace y tomarse la vida con filosofía.
Hasta mañana.
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