Mi día día -Martes 17 Enero-

Después de la tempestad llego la calma, la gula y el ansia viva, ocho horas de bicicleta y una carrera pedestre bien merecen hoy una cena como esta, olvidarse de la tortillita francesa y sobre todo descansar.

Anoche me quedo esa extraña sensación de que la cosa podía haber ido mejor, pero tanta paliza de bicicleta el fin de semana y siendo como soy una “glober” se que no me hicieron mucho bien.

Lo importante en estos casos es no rendirse, mirar hacia delante y pensar en que estos dos meses que he corrido a pie y que ayer terminaron, tendrán su recompensa esta temporada, por lo que estoy bien satisfecho.

Mañana bajare a “mi polígono” para hacer mi entreno nocturno, tres horas que darán comienzo a una nueva fase del entrenamiento, -ha llegado el final de las fibras gruesas-.

Hasta mañana.


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