

Nada mas llegar me encuentro con mi compañero Jurado que me estaba esperando cerca de la salida, sin tiempo para calentar nos metemos entre la marabunta de corredores que esperan para poder pasar el control de salida. Allí estuvimos cerca de diez minutos en los que no se notaba el frió por el calor que nos damos unos a otros, hasta que quince minutos antes de darse la salida se habré la puerta por que la todos debemos pasar antes de comenzar.

Comienza la carrera, los primeros pasos son torpes de unos y de otros hasta que sobre sobrepasamos la glorieta; el ritmo es simplón, mas por culpa de no poder correr libremente que por la mía propia, y es que atrás quedaron esos años en los que una vez alcazabas la universidad popular se corría con mucho espacio. Un kilómetro mas tarde llegamos al final de la Avenida de Andalucía que coincide con la entrada en el paso subterráneo, la imágenes que captura mi retina son cojonudas, en esta carrera, mas que en ninguna otra, los protagonistas activos y los pasivos se unen en todo el recorrido, formando un binomio muy especial; salgo del túnel y encaro Ruiz Jiménez, la carrera se estrecha y lo que fueron seis carriles al comienzo ahora se transforman en tres, con lo que aun se producen mas empujones.

Cuatro mil personas corríamos por el mismo y único carril que se podía transitar, en la que sin duda fue antaño la mejor calle de Jaén, a si que ya os podéis imaginar como se circulaba por esta cuesta en esos momentos. En la parte de arriba muchísimo publico que aprovecha para ver la carrera en el único punto en el que si te das la vuelta puedes también ver el paso de los corredores; mientras, las antorchan iluminan nuestro camino por las estrechas calles que nos conducen hasta la Puerta del Ángel; de nuevo una bajada, parece estar allí colocada apropósito mientras te susurra –recupera-, y es que ya esta cerca la Avenida de Los Escuderos, pero antes gran ovación la que dispensa el barrido de la alcantarilla, uno de los puntos donde mas publico sin lugar a dudas hay en todo el recorrido. En esa ultima subida me encuentro bastante mal, no cojo el paso ni con un tambor, mientras los gritos los gritos de animo de muchos amigos me dan algo de aliento, y es que este a sido mi barrio toda la vida.


El final esta cerca, nada mas descender Alfereces se gira a la izquierda y se encara la ultima recta, la Avenida de Andalucía es llana, pero se cae como fruta madura, este kilómetro se puede hacer eterno, pero puedo soportar la paliza y en volandas voy pasando metro y mas metros, hasta que veo la recta de meta, en la que como tantas otras veces me marco mi mísero sprint final, ¡META!, otra mas para la saca, otra mas que no gano, pero da lo mismo, aquí ganamos todos, todos los que hemos hecho grande esta carrera durante tantos años, y yo me considero uno de ellos.
Hasta el año que viene.
Clasificación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario