Mi día a día -Domingo 8 Mayo-

Después de levantarme y con un buen cuerpo que ni yo me lo creía, nos fuimos a desayunar, dije -Juani la del pobre-, me la hice de ingles y cuando ya no cogía mas en este cuerpecito serrano, me pegué dos apretones tipo saco de aceituna, y me metí otros dos huevos fritos con beicon, -abajo las barritas energeticas, arriba el tocino-.-Papa no se te ven mas que orejas-, decía Adrián, -que gracioso el jodio-, pa orejas el colegilla que se echo el niño en la granja del hotel, -papa, nos lo llevamos pa Jaén, porfa-, jajajaj, yo ya lo veía en la vaca del coche junto a la KTM.De allí salimos sobre las once de la mañana en dirección Grazalema, un pueblo muy bonito de la serranía gaditana, calles preciosas, casitas blancas y buenas gentes; desde este mirador se tenían unas vistas increíbles, además el día era buenísimo, según me comentaron, poco normal.


Después nos fuimos al sur, a Ubrique, al pueblo de la piel, y si que es verdad que huele un poco a piel el sitio, -si que huele-.Juani quería hacerse una fotaca en la ya mítica puerta de la casa de Jesulin y sus deseos son ordenes, por cierto, si al gun día vais en dirección norte por aquí, no os metáis en el arcén de la derecha, menuda fostia le metí al coche, -hayyysss- . Luego llegamos a la grandiosa ciudad del Santo Reino, Jaén, y me entro la patata, pero no una cualquiera, por lo menos esta era de feria y con guarnición, pufff.

Hasta mañana.

Alberto Arroyo.

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