Jejejej, pero ya veis el plan, al final el entrenamiento a sido suave y pasado por agua, las nuvecillas que amenazaban cuando salia del trabajo, descargaron con fuerza una hora después y Bobas y yo decidimos que ese era el mejor momento para retirarnos y bebernos unas cervezas.
-Si es que no hay mal que por bien no venga-.
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