
Por eso hoy me ha tocado apretarme en el entrenamiento; dos horas y media en las que he hecho tres ascensiones de unos cuatro kilómetros, tendidas si, pero a las que he sacado el máximo partido y me han hecho sudar la gota gorda, eso unido a que a la vuelta para casa seguía haciendo un viento de cojones, dan como resultado un día muy bueno, y -hoy dormiré mas agusto-.
La semana quiero que sea igual a la pasada (pero sin nocturna), meteré subida y el Sábado haré el típico entreno de los días previos a la competición, ya sabéis corto y con aceleraciones, la subida al mirador de La Cabra en Almuñecar se va ha hacer dura.
Mañana por lo pronto haré intensidad, veremos si con ella y el vientecillo que no para de soplar, no me salta la junta de la culata por los aires.
Hasta mañana.
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