
No me acosté muy católico, -¡el alcohol que es muy malo!-, pero el tío estaba como un reloj a las 7 de la mañana en pie, para aprovechar este segundo largo día que hoy tenía por delante.
Dos horas y media de entreno, sin muchas ganas la verdad, por la Vía Verde del Aceite, el lugar es idóneo para hacer entrenamientos a estas horas, se esta muy a gusto pedaleando por estos campos de olivos a esta hora de la mañana, la cosa cambia bastante si te coge el sol en temporada estival, -te quieres hasta morir-.
Hoy es el día grande de estas fiesta de la Virgen de la Capilla, así que esta noche habrá que seguir con la fiesta y salir con la familia a pasarlo lo mejor posible.
Mañana a la “playuquii”.
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